El Barón de Coubertin , impulsor del movimiento olímpico moderno, emitió el 24 de junio de 1894 que Atenas albergaría los primeros Juegos Olímpicos de la era Moderna. Estos juegos históricos fueron inaugurados el 6 de abril de 1896 por el rey Jorge I de Grecia, y contaron con la participación de un total de 241 atletas, siendo la inmensa mayoría de ellos de nacionalidad griega.
La realización de estos Juegos en una Grecia que se encontraba en una situación económica delicada fue posible gracias a la generosa aportación del filántropo griego George Aeroff , quien donó un millón de dracmas. Esta inyección de capital permitió la remodelación y adecuación de los recintos deportivos necesarios para albergar las competiciones.
El estadio olímpico, que fue restaurado por el gobierno heleno especialmente para la ocasión, se convirtió en el epicentro de los Juegos. Allí se disputaron las grandes pruebas, todas ellas pertenecientes a la disciplina de atletismo, que destacaron destacadas por encima de las demás modalidades deportivas presentes en el evento.
Ausencia de España en los primeros Juegos
La selección española no tuvo representación en estos primeros Juegos Olímpicos de la era Moderna. Los motivos principales fueron las dificultades logísticas y la distancia geográfica, factores que también impidieron la participación de muchos otros países. De hecho, solo tres naciones estuvieron presentes en esta edición inaugural.
Deportes y atletas destacados
Aunque el atletismo fue el gran protagonista, en Atenas 1896 también se celebraron competiciones de ciclismo, gimnasia, halterofilia, lucha, natación, tenis y tiro . Algunos de los atletas más destacados fueron el estadounidense Thomas Burke , ganador de las pruebas de 100 y 400 metros lisos, y el griego Spiridon Louis, vencedor de la emblemática prueba de maratón.
Legado e impacto de Atenas 1896
A pesar de las dificultades y limitaciones propias de la época, los Juegos Olímpicos de Atenas 1896 supusieron un hito histórico y sentaron las bases del movimiento olímpico moderno. Su celebración permitió rescatar el espíritu olímpico de la antigüedad y adaptarlo a los nuevos tiempos, fomentando los valores del deporte, la competencia sana y la confraternización entre naciones.
El éxito de esta primera edición fue tal que, desde entonces, los Juegos Olímpicos se han celebrado de forma periódica cada cuatro años, convirtiéndose en el evento deportivo más importante y prestigioso a nivel mundial. Atenas 1896 marcó el inicio de una tradición que perdura hasta nuestros días y que ha ido creciendo y evolucionando con el paso del tiempo.