El Gran Premio de Alemania de MotoGP no ha empezado con buen pie para Marc Márquez, que sufrió una brutal caída durante una una sesión de entrenamientos bastante accidentada, y tendrá que pasar por la Q1 después de solo haber podido ser decimotercero.
El de Cervera dio primero una vuelta de reconocimiento antes de regresar al garaje para que sus mecánicos terminasen de poner a punto su moto. Fue cuando volvió a la pista, que ya había avisado de que estaba peligrosa con una caída de Bezzechi, cuando el ocho veces campeón del mundo se fue al suelo.
En la curva 11, la misma en la que se había caído el italiano unos minutos antes, Márquez dejó una imagen que heló la sangre: la moto se le fue hacia delante y, al intentar salvar la caída, la rueda trasera recuperó tracción, lo que provocó que la moto lo lanzase por los aires antes de precipitarse contra el trazado.
Todo quedó en un susto porque, a pesar del fuerte golpe, el catalán regresó a su box en busca de su segunda moto. Antes de volver a rodar, el piloto de Gresini tuvo que cambiarse también de mono y pasar una pequeña revisión médica con el máximo responsable médico del campeonato, el doctor español Ángel Charte.
No había pasado mucho del incidente de Márquez cuando se fue al suelo Fabio di Giannantonio, en la curva uno. El italiano enseguida se llevó la mano izquierda al brazo derecho, donde sufrió una contusión clavicular que no le impedirá seguir corriendo este fin de semana, mientras que su moto volaba hasta acabar por encima de las defensas de aire, dañándolas y provocando la bandera roja.
Una vez que se reanudó la sesión, el ocho veces campeón del mundo regresó a pista para marcar el tiempo más rápido de la sesión hasta el momento, aunque la alegría le duraría poco. Justo después de detener el crono, Márquez regresó a su box —para no volver a salir más— y se marchó al centro médico, donde le fue diagnosticada una fuerte ‘contusión dorsal’, sin ningún tipo de fractura, que no le impedirá competir el resto del fin de semana.