Afganistán vuelve a estar en el foco de las noticias internacionales tras ser el escenario de un atentado contra turistas en el que murieron seis personas, tres de ellas españolas. Ocurrió el pasado 17 de mayo y dos días más tarde el Estado Islámico reivindicó su autoría: «Los combatientes tenían como objetivo a los turistas cristianos y a sus acompañantes», indicó la agencia de noticias Amaq, afín a la organización yihadista.
Aunque se trata de un país en conflicto, tal y como se expresa en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, la campaña del gobierno talibán para abrir el país a los visitantes extranjeros ha dado sus frutos en los últimos años con la llegada de más visitantes.
En este sentido, los españoles fallecidos y heridos en el atentado –que ya han sido trasladados a territorio nacional– se encontraban visitando el mercado de Bamiyán, cerca del cual también hay una estatua de Buda (parcialmente destruida por los talibanes en 2001) que constituye un «importante destino para cristianos e infieles», según señala el comunicado citado por Europa Press. Ambos puntos eran, además, núcleos turísticos antes de la llegada en 2021 de los talibanes al poder.
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¿cuál es la situación del país?
Afganistán no es solo peligroso para los visitantes, sino también para los locales. Así lo determina el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, que desaconseja viajar al país bajo cualquier circunstancia: «Se recuerda que existe un serio riesgo para la propia vida, así como de secuestro en todo el país», se expone en la web.
Aunque la seguridad lleva décadas brillando por su ausencia en Afganistán, desde el ascenso al poder de los talibanes en 2021 se ha deteriorado fuertemente, especialmente en la capital, Kabul. En efecto, este gobierno paramilitar, basado en una ideología fundamentalista islámica que busca aplicar radicalmente los principios de la religión a la ley, ha sido acusado por organizaciones internacionales de violar los derechos humanos y reprimir a su población «en grado extremo», según apunta Amnistía Internacional.
Se prevé que la situación en Afganistán no mejore en los próximos años, debido sobre todo a la crisis social y económica impulsada por su gobierno. En ese sentido, las cifras de la Organización de las Naciones Unidas de 2022 apuntaron que 29 millones de personas, de sus aproximadamente 41 millones de habitantes, se encontraban en situación de necesidad a causa de la falta de acceso a atención médica y alimentos.
Esto, sumado al aislamiento internacional, que le ha comportado sanciones económicas y una recaudación insuficiente en el Plan de Respuesta Humanitaria establecido por la ONU, augura un futuro poco prometedor para el país. Todo ello, sin olvidar que, como en esta última ocasión, distintas facciones del Estado Islámico siguen perpetrando ataques contra nacionales y extranjeros en Afganistán: desde agosto de 2021 hasta mayo de 2023, han sido 3.774 las víctimas civiles de estos atentados.
