No importa si hace sol y calor o cae la noche fría y húmeda sobre París. En ambos casos con viento huracanado, un clásico esta edición. Como tampoco si juega en la Pista Suzanne Lenglen o se mueve en la Philippe Chatrier. En unas condiciones u otras Carlos Alcaraz avasalla.
Bajo los focos de la central, en su primera cita nocturna de esta edición, Carlos Alcaraz entró rápido en calor pese a que los espectadores se resguardaban de la importante bajada de temperatura con mantas.
El murciano, 20 años y nº 1 mundial, fue resolutivo en su camino hacia octavos de final. Apabulló al canadiense Denis Shapovalov, 24 años y nº 32, 6-1, 6-4 y 6-2 en 2h.10′. Otro mensaje de autoridad antes de encarar rondas más complicadas. Para empezar, el italiano Lorenzo Musetti, con quien tiene cuentas pendientes ya que fue su verdugo en la final de Hamburgo 2021.
El talentoso transalpino, 21 años y nº 18, arrasó a un oponente con fama de ser constante, el británico Cameron Norrie 6-1, 6-2 y 6-4.
Aunque Alcaraz no tiene motivos para alterarse. Su tenis está afinado. No tenía un antecedente en vivo con el ex top10 Shapovalov, un zurdo eléctrico aunque excesivamente irregular, tanto en los buenos como en los malos tiempos. Y salió a por él. Con el 6-1 de entrada dejó claro al norteamericano qué le esperaba en la velada parisina.
Con los chispazos que caracterizan a ‘Shapo’, de repente tuvo unos minutos de máxima inspiración, adelantándose 1-4 en el segundo set. Ni se inmutó Alcaraz, consciente de que su rodillo seguía en marcha y que acabaría apagando por insistencia a magia del rival.
El español quería mejorar sobre el encuentro previo ante Taro Daniel, en el que se dejó el segundo set, y levantó ante Shapovalov con un impresionante parcial de 7-0, para 6-4 y ya 2-0 adelante en el tercero.
Shapovalov, admirador rendido del juego y el carácter jovial y educado del tenista de El Palmar, comprobó por sí mismo cómo se las gasta un Alcaraz en misión Grand Slam. Y evidenció sus problemas con el segundo saque (10 dobles faltas).
