Hubo un momento en la historia en que Centroamérica dejó a un lado sus diferencias para unirse frente a quienes pretendían hacer de la región una fuente de esclavos para Estados Unidos.

Ocurrió entre 1856 y 1857. Tras la ocupación de Nicaragua por parte del ejército filibustero estadounidense, el resto de la región vio su integridad en peligro y decidió unir fuerzas en lo que en muchos países conocen como Guerra Nacional Centroamericana y en Costa Rica se denomina Guerra Patria Centroamericana.

La victoria de aquellas pequeñas naciones frente a los grupos mercenarios liderados por William Walker fue aplastante y permitió que la aún joven independencia de Centroamérica siguiera siendo una realidad.

Sin embargo, numerosos historiadores critican la falta de relevancia con que se recuerda este episodio trascendental para la historia de la región, así como el rol crucial jugado por Costa Rica y su entonces presidente, Juan Mora.

«Él es el artífice de que hoy seamos lo que somos, y no lo que Walker quería hacer de Centroamérica en aquella época», afirma el escritor salvadoreño Manlio Argueta, autor de la novela basada en esta época «Así en la tierra como en las aguas».

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