Elon Musk se acostó el domingo tuiteando una foto de las pistolas que tiene en su mesilla de noche y se ha levantado este lunes disparando contra Apple. El nuevo dueño de Twitter ha decidido emprender una campaña de acoso contra el gigante tecnológico desde su cuenta en la red social.

El detonante ha sido la retirada de publicidad por parte del fabricante del iPhone, algo que en realidad han hecho la mayoría de los grandes anunciantes, en parte por el temor a que el discurso de odio se instale en la red y en parte porque Musk ha despedido al equipo comercial y no hay forma de desarrollar eficazmente una campaña. Pero el magnate muestra que está dispuesto a usar el púlpito que le dan sus casi 120 millones de seguidores para declarar la guerra a quienes le contraríen.

Musk ha enlazado un mensaje tras otro contra la compañía que dirige Tim Cook. “Apple ha dejado prácticamente de hacer publicidad en Twitter. ¿Odian la libertad de expresión en Estados Unidos?”, ha tuiteado. Y ha añadido: “¿Qué está pasando aquí, Tim Cook?”. Elon Musk se proclama un “absolutista de la libertad de expresión” y nada más tomar el control de la red social se dispararon los mensajes racistas, antisemitas, xenófobos, machistas y de incitación a la violencia. Los anunciantes han huido en masa. El irascible Musk amenazó con “nombrar y avergonzar” a las empresas que han suspendido su publicidad si la situación continuaba. Se refirió a esa amenaza como a una bomba “termonuclear”. Y ahora ha emprendido el camino de la “guerra”, según él mismo.

Dispuesto a poner a sus seguidores en contra de Apple, también ha lanzado una encuesta: “¿Debería publicar Apple todas las acciones de censura que ha tomado y que afectan a sus clientes?”, es la pregunta. Cientos de miles de usuarios han votado, con una victoria abrumadora del sí.

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