Garbiñe Muguruza firmó este miércoles ante la belga Greet Minnen uno de los peores partidos que se recuerdan en su carrera. La tenista hispano-venezolana, que llegaba a la reanudación del encuentro tras perder el día anterior el primer set por 6-4, tenía ante sí la oportunidad de darle la vuelta al marcador. Pero pasó lo inexplicable.

Apenas 19 minutos necesitó su rival para cerrar el segundo set, y el partido, con un doloroso 6-0 que dejó a la española al borde de la lágrima en su estreno y despedida del torneo en el que una vez fue reina.

«He hecho todo bien, calentamiento bien… pero he salido a la pista y o he tenido buenas sensaciones. Estaba desorientada. Es difícil encontrar una explicación a un set tan feo«, confesaba Muguruza a los micrófonos de #Vamos al término del duro momento en la pista 2 del All England’s Club.

Esa desorientación de la que habla es la que está marcando para ella este año 2022 en el que, de veinte partidos disputados, apenas ha sido capaz de ganar en ocho y ha caído demasiado pronto en las grandes citas del año.

Segunda ronda en Australia… y primera en París

En el primer Grand Slam del año, el Open de Australia, Muguruza llegó con grandes sensaciones para intentar hacer algo grande en la pista rápida de Melbourne, donde ya fue finalista en 2020. Superó sin problemas la primera ronda pero cayó en la siguiente ahogando rápido las esperanzas de arrancar el primer grande por todo lo alto.

Entró la doble campeona de Grand Slam en un bucle de desconexiones que le llevaban a ceder el partido tras haber conquistado el primer set y con ese vaivén de emociones fue afrontando los seis torneos que jugó entre la cita australiana y Roland Garros.

Octavos en Dubái, cuartos en Qatar, dieciseisavos en Madrid y Roma, de nuevo octavos en Rabat… una serie de altibajos en los resultados y una Garbiñe que no lograba encontrar su sitio en la pista, fuera cual fuera la superficie.

Y entonces llegó la señalada cita en la arcilla parisina y Muguruza confirmó que no estaba, ni mucho menos, en su mejor momento. Adiós a Roland Garros en primera ronda y con el mismo guion: primer set ganado y la desconexión.

Tímidos resultados en Alemania y la antesala de Wimbledon

Antes de poner sus pies en el All England’s Club donde en 2017 conquistó Londres y el mundo, Muguruza disputó los torneos de Berlín, donde cayó en dieciseisavos, e Eastbourne, donde sólo fue capaz de alcanzar los octavos.

En las grandes jugadoras, como de sobra ha demostrado Garbiñe que es, siempre hay que apostar las esperanzas, pero su actuación en la hierba de Wimbledon ha dejado una amarga sensación de que la que estaba llamada a ser una de las grandes de la historia reciente se está consumiendo antes de tiempo.

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