Dos desastres naturales impidieron la celebración de las dos primeras ediciones de la Conferencia de Naciones Unidas sobre los Océanos. La primera, celebrada en Nueva York en 2017, estaba prevista que tuviera lugar en Fidji, pero tuvieron que cambiar de sede debido a un ciclón que arrasó el país insular. La segunda, programada en Lisboa para el año 2020, tuvo que ser pospuesta debido a la pandemia. Un buen ejemplo de hasta qué punto los ecosistemas marinos, la salud del planeta y el futuro de la humanidad están intrínsecamente interrelacionados.

Finalmente, la esperada Conferencia (UNOC, por sus siglas en inglés), se celebra este año entre los días 27 de junio y 1 de julio bajo el paraguas de dos países anfitriones, (Kenia y Portugal), bajo el lema «Salvar el océano, proteger el futuro«, una cita intergubernamental en la que se darán cita representantes de Estados, organizaciones internacionales y empresas públicas y privadas con un objetivo: establecer una hoja de ruta que resuelva algunos de los problemas enquistados que amenazan a los océanos del mundo. Sobre la mesa: cumplir con los objetivos climáticos la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

Más de 20.000 personas se han registrado para esta cita, en la que participarán delegaciones de 143 países, incluidos una quincena de jefes de Estado y de Gobierno y unos 130 ministros, entre ellos, el presidente francés, Emmanuel Macron, y los máximos mandatarios de Colombia, Ecuador, Angola, Noruega, Finlandia, Suecia, Libia, Namibia, Maldivas, Micronesia y Guinea Ecuatorial. Estados Unidos estará representado por John Kerry, enviado especial del presidente Joe Biden para las cuestiones relacionadas con el clima.

Los océanos no son solo los pulmones del planeta

“Los océanos no son solo los pulmones del planeta, sino también su mayor sumidero de carbono: un amortiguador vital contra los impactos del cambio climático”, declaran los organizadores en la página web del evento. Estas grandes masas de agua, recuerdan, cubren el 70% de la superficie del planeta, alberga el 80% de las formas de vida de la Tierra y genera el 50% del oxígeno que necesitamos para sobrevivir. Pero no solo eso: absorben hasta el 25% de las emisiones de CO2 y capturan el 90% del calor generado por esas emisiones.

Los océanos cubren el 70% de la superficie del planeta, albergan el 80% de las formas de vida de la Tierra y generan el 50% del oxígeno que necesitamos para sobrevivir.

“La ciencia es clara: el océano se enfrenta a amenazas sin precedentes como resultado de las actividades humanas”, afirman los expertos de Naciones Unidas en un comunicado en el que se recuerda que la salud y la capacidad de los ecosistemas marinos para mantener la vida empeorarán a medida que aumente la población humana. “Si queremos abordar algunos de los problemas más definitorios de nuestro tiempo, como el cambio climático, la inseguridad alimentaria, las enfermedades y las pandemias, la disminución de la biodiversidad, la desigualdad económica e incluso los conflictos y las luchas, debemos actuar ahora para proteger el estado de nuestro océano”, concluyen.

Sobre el papel: aumentar en un 30% la protección de los océanos

Uno de los principales retos que actualmente se encuentran sobre la mesa es el de aumentar al 30% el porcentaje de zonas marinas protegidas, una demanda largamente reclamada por las organizaciones conservacionistas que ha sido planteada a debate por la delegación portuguesa. A tal efecto, los organizadores del evento recuerdan los avances obtenidos a lo largo de los últimos años, donde las AMP, incluidos santuarios marinos, parques y reservas marinas, han aumentado hasta 10 veces su tamaño en los últimos 20 años. Una cobertura de protección que, sin embargo, se limita a la jurisdicción nacional, ya que las zonas protegidas de alta mar representan únicamente el 1,18% del total de la protección oceánica.

Las demandas de los conservacionistas: fin de la pesca de arrastre hasta el Tratado de los Océanos

La cita de Portugal no debería ser un punto de partida, sino una oportunidad para empezar a dar solución a algunos de los problemas enquistados que azotan a los océanos. Es lo que reclaman muchas de las organizaciones no gubernamentales citadas en el evento, que intentarán aprovechar la ocasión para reclamar el fin de la pesca de arrastre o la necesidad de un Tratado sobre los Océanos. Desde Greenpeace, por ejemplo, plantean la necesidad urgente de dar con una normativa internacional que ayude a proteger los océanos. Recuerdan, por ejemplo, que hasta la fecha no existe un marco global con la capacidad suficiente para designar zonas marinas protegidas en áreas internacionales ni abordar problemas globales, como pueden ser el cambio climático o la minería submarina. Lisboa podría ser una cumbre decisiva antes de las negociaciones finales del Tratado, prevista para el mes de agosto. Todas las miradas están hoy puestas en la capital portuguesa.

Facebook Comments