Debido al alto flujo de migrantes irregulares en la zona oriental del país, específicamente en Danlí, El Paraíso, el director ejecutivo del Instituto Nacional de Migración (INM), Allan Alvarenga Gradis, aumentó las estaciones biométricas y trasladó personal de la Oficina Central a esta ciudad, con el objetivo de atender de manera expedita a los extranjeros.

El director ejecutivo urgió a la Coordinación de Delegaciones y a la Gerencia de Tecnología la instalación inmediata de dos estaciones biométricas más, equipo tecnológico en el que se realiza el control migratorio de nacionales y extranjeros. La nueva instrucción hace más efectiva y eficiente la atención a los extranjeros que ingresan al país de manera irregular y que deben ser atendidos de inmediato.

La Oficina de Control Interior de Danlí reportó ayer el ingreso irregular de 198 extranjeros: 149 de Cuba, 8 de Camerún, 6 de Angola, 6 de Ghana, 5 de Benín, 5 de Haití, 3 de Ecuador, 2 de Nigeria, 2 de Emiratos Árabes Unidos, 2 de Eritrea, 2 de Etiopía, 2 de Kirguistán, 1 de Brasil, 1 del Congo, 1 Costa del Marfil, 1 de Senegal y 1 de Sierra Leona.

De los 198 extranjeros, 115 son mujeres, 57 hombres y 26 menores, los que efectuaron su control migratorio. Luego de ser sancionados administrativamente por ingreso irregular, pueden regularizar su estatus en el país o abandonarlo en cinco días. El viernes se atendieron a 137 extranjeros en esta misma oficina.

El Instituto Nacional de Migración continuará implementando los procedimientos que establece la Ley de Migración y Extranjería de Honduras, así como el irrestricto respeto a los derechos humanos de los migrantes.

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