Al menos 67 personas murieron, incluidos tres niños, y más de un centenar resultaron heridas en un ataque aéreo liderado por Arabia Saudita que tuvo como objetivo un centro de detención en la localidad de Saada, en Yemen. La mayoría de los muertos eran inmigrantes y la cifra seguirá en aumento. Mientras tanto, los trabajadores humanitarios y paramédicos siguen limpiando los escombros en busca de más víctimas.
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