Este 9 de diciembre es el Día Internacional contra la Corrupción que busca, desde el año 2005, involucrar a estados, autoridades, funcionarios, empresas, medios de comunicación y a la sociedad civil en general en la lucha contra este cáncer de la sociedad.

La lucha contra la corrupción debe contemplar mecanismos antifraude que garanticen el uso de los fondos para sus legítimos fines, como mejorar la economía, construir hospitales, mitigar el hambre, reducir la pobreza, combatir el Coronavirus, fortalecer el sistema educativo y disminuir la inseguridad.

En Honduras la falta de estos mecanismos eficientes para combatir la corrupción ha dado como resultado el despilfarro y robo millonario al Estado por una red criminal coludida con el narcotráfico que permea todos los estratos sociales a vista de todo el mundo, tal como lo ha dado a conocer el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) en su ardua y reconocida labor por hacer justicia y revertir el desastre en que está sumida la nación.

La Convención de las Naciones Unidas contra la corrupción incide en la responsabilidad de los estados en establecer una protección eficaz para los denunciantes de irregularidades de modo que estén exentos de represalias. Denunciar no puede ni debe suponer una acción de riesgo; sino al contrario, un ejercicio de responsabilidad sin consecuencias adversas.

Por todo eso, en este día se llama a los hondureños para apoyar la lucha contra la corrupción y devolver a Honduras la dignidad de ser llamada república y no narcoestado.

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