El hecho de golpear «fuertemente» y recortarle las orejas a un cachorro, con fines estéticos, no constituye delito de maltrato animal. Así lo ha considerado la Audiencia Provincial de Valencia en una sentencia que se puede consultar en este enlace. El tribunal razona que un falso veterinario no actuó con el propósito de causarle “un padecimiento grave al animal”, que falleció después de la intervención y de que le pegara para “mostrarle autoridad”.

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