Iker Casillas, que se retiró del fútbol profesional tras sufrir un infarto con el Oporto en mayo de 2019, dejó claro que la prevención de estas dolencias ha de hacerse en la cantera porque es algo que «sucede todos los días en los campos de fútbol donde juegan los niños», apelando a la seguridad en la práctica deportiva en el marco de un evento de empresas tecnológicas emergentes en Lisboa.
El exguardameta de Real Madrid y Oporto pidió en una charla junto a su amigo – y prestigioso cardiólogo español- Manuel Medina, «prevención y más prevención», aplicando el desarrollo tecnológico al ámbito deportivo para evitar infartos de corazón como el que él sufrió hace dos años y medio.
En el evento, el que fuera 167 veces internacional con España narró el trágico episodio que sufrió y relató cómo le cambió la vida, tanto a él como a sus compañeros: «Después de guerrear yo con el infarto, casi todos mis compañeros se sometieron a una prueba del corazón«, explicó el deportista, que en esta charla mostró la importancia de cuidar el corazón y dar visibilidad a este tipo de dolencias, no solo en casos puntuales, ya que «cualquiera puede sufrir un infarto en cualquier momento».
En la ponencia, Casillas denunció que sólo se habla «cuando sucede a nivel profesional», y puso como ejemplos lo ocurrido al Kun Agüero el pasado fin de semana o el paro cardíaco que padeció el jugador danés Christian Eriksen durante la Eurocopa. Además, puntualizó que la situación en los clubes de fútbol tras casos como el suyo ha cambiado a mejor con el paso del tiempo: «Prácticamente hoy en todos los equipos de fútbol» se están realizando pruebas para evitar infartos, ya que en la actualidad «es una preocupación que todo el mundo tiene».
Iker recordó en la capital lusa lo que vivió en el campo de entrenamiento del Oporto el 1 de mayo de 2019. Tuvo suerte porque fue atendido al momento por el médico del club, Nelson Puga, que fue consciente de la gravedad y lo derivó rápidamente a un hospital: «Sucedió tan rápido que apenas me di cuenta de lo que había sucedido», recordó.
Ahora, con una vida «totalmente normal» y un control más exhaustivo del corazón, apoya la prevención y el diagnóstico precoz de cardiopatías en categorías inferiores, a través de proyectos como el de su amigo Manuel Marina, Idoven -una nueva tecnología para la monitorización de los latidos del corazón y su posterior prevención- que este martes fue presentada en la Web Summit.
«Casos como el de Iker o Kun ocurren en niños (…), las canteras necesitan reconocimientos de calidad y creo que la tecnología es lo que permite hacerlo a escala, estandarizarlo, reducir los costes y los tiempos de espera para que puedas hacerlo de forma global», explicó el cardiólogo
