Me bastaron dos mordiscos a los boquerones en vinagre que habían irrumpido en nuestra mesa para, una vez más, despertar mi entusiasmo. Limpios, carnosos, con sus lomos medio crudos unidos por la línea dorsal tras un corte transversal impecable. En la boca, la suave acidez del pescado respetaba su intenso gusto yodado. Un plato popular elevado a rango de alta cocina. No los conozco mejores. Fue el primer paso del menú que el cocinero Rafa Zafra y su equipo prepararon en Estimar con ocasión del almuerzo de la RAG durante el presente mes de octubre.

Seguir leyendo.

Facebook Comments