Varias ciudades importantes en todo Honduras se han preparado con todo el esplendor para festejar con responsabilidad sanitaria el Bicentenario.
Ciudades como La Esperanza, Comayagua, entre otras a través del recorrido de la antorcha de la paz, iniciaron programas alusivos a la fecha muy hermosos, donde han permitido al público llenarse de emociones cívicas.
Siguatepeque lamentablemente no ha participado en ninguna, pasó por alto el bicentenario. Sus plazas y lugares de importancia quedaron sin lucir sus mejores galas para una fecha tan esperada. Los ánimos de muchos organizadores y funcionarios públicos no están acorde a la ocasión, ya que éste es el segundo año sin lucirse en las principales calles de la ciudad y no tener un lugar relevante arriba de un escenario les permitió no poner bonita a Siguatepeque. Hechos como estos dejan un mal sabor de boca para quienes amamos la consentida de la zona central.
El covid truncó los planes de muchos para figurar como lo hacen cada 15 de septiembre, porque si amaramos Siguatepeque sobran ideas para hacer sentir viva la ciudad. Las campañas políticas han tenido mejor auge y más creatividad, que la celebración de los 200 años de una llamada libertad, y eso cala en el corazón de los matasaneros que merecemos la mejor ciudad.
