En el marco de la décima entrega del Observatorio Social “Vacunas para todos”, la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) presentó los resultados de la cuarta veeduría social al proceso de vacunación contra COVID-19 que lleva a cabo la Secretaría de Salud, los cuales evidencian desigualdad en la cobertura entre la zona rural y urbana, así también como una percepción negativa del proceso en algunos grupos de la población.

Hay una diferencia de 16% en la vacunación entre la zona urbana y la zona rural, según los resultados obtenidos. De igual forma, la población de la zona rural tiene una percepción más negativa de la vacuna. Solo 55% cree que la vacuna es buena y 12% cree que es mala.

La gran diferencia entre ambas zonas se agudiza, específicamente en las personas entre un rango de edad de 16 a 30 años, representando la menor cantidad de personas vacunadas con un 48% en la zona rural.

Asimismo, a pesar de ser un grupo priorizado desde el inicio de la vacunación, solamente el 69% de los habitantes del entorno rural mayores de 50 años se encuentran vacunados contra el virus, en contraste con un 90% de inoculados en las ciudades del país.

Durante el evento, también se mostraron las proyecciones de la plataforma Vacunas Abiertas de Revistazo.com. Los datos demuestran que a nivel nacional existen 4.6 millones de dosis administradas, de las cuales Francisco Morazán es el departamento con el porcentaje más alto de personas vacunadas y Gracias a Dios con el más bajo.

Actualmente, más del 58% de hondureños no ha recibido ninguna dosis contra COVID-19 y son los jóvenes, entre 16 a 30 años, los que más desconfían de la vacuna; colocándolos como uno de los grupos más vulnerables y de alto riesgo. Dicha situación desafortunadamente se ha creado por no establecer un ambiente informativo y seguro respecto a la efectividad y protección de la vacuna.

La veeduría mostró que las personas le tienen mucha confianza a la información que comparten los centros de salud a nivel local sobre el proceso. Sin embargo, únicamente 3% de los encuestados dijo adquiría información sobre el proceso de esa forma. Es necesario entonces incrementar los esfuerzos para que desde los centros locales se informe a la población sobre el proceso y se combata la desinformación.

Entre las razones que los encuestados manifestaron para no vacunarse, fue encontrar que el 6% fue al centro de vacunación, pero no los quisieron vacunar. De igual forma, llama la atención que 18% no se ha vacunado porque no ha podido movilizarse al centro de vacunación. En ese sentido es importante, que la SESAL evalué formas creativas de llegar a donde está la gente para que sean inoculadas.

Esta veeduría contó con el apoyo de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), la Plataforma Amplía Nacional Liberadora PANAL y otras iniciativas que se han sumado al proceso para fortalecer espacios cívicos.

Los resultados de la cuarta veeduría social realizada por ASJ y Transformemos Honduras al proceso de vacunación contra COVID-19 que realiza la Secretaría de Salud, se encuentran disponibles en www.asjhonduras.com.

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