La primera dama, Ana García de Hernández, manifestó este martes su preocupación por el masivo movimiento de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, luego de visitar el centro de procesamiento de Donna y los bajos del puente Anzalduas, donde quiso comprobar además el trato que se le concede a las personas que llegan, y en especial a los niños.

La esposa del mandatario hondureño explicó que, tras visitar el centro de Donna, donde se procesa el estado migratorio de niños no acompañados y núcleos familiares, y los bajos del puente Anzalduas, se pudo comprobar que hay un movimiento desbordado de migrantes en la frontera.

Externó que existe preocupación por parte de las autoridades de la Patrulla Fronteriza porque en los últimos meses se ha observado un movimiento inusual y masivo de migrantes, buscando ingresar a Estados Unidos.

García de Hernández aseguró que las autoridades expresaron que han observado que ese es un flujo nunca antes visto de personas que quieren acceder a Estados Unidos y que se está volviendo casi un tema insostenible, porque sólo en este punto fronterizo se reciben a diario un promedio de 2.800 personas de diversas nacionalidades.

«Es una crisis la que se está viviendo en la frontera por la cantidad de familias y de menores no acompañados que están llegando a la frontera, porque tienen la percepción de que al arribar van a tener la oportunidad de quedarse», dijo García de Hernández.
Preocupación por los niños.


La primera dama también dijo sentirse preocupada porque son cientos de niños hondureños los retenidos en la frontera, que buscan reunirse con sus padres o familiares, y grupos familiares que quieren ingresar para establecerse de manera legal en Estados Unidos.

«Quiero ver en el terreno las condiciones físicas de los migrantes, en especial los niños y mujeres, y saber directamente del trato que están recibiendo, y de su integridad física», manifestó García de Hernández.

Aseguró que el alto flujo de personas se pudo comprobar con facilidad en los bajos del puente de Anzalduas, donde arriban grupos familiares y niños no acompañados que tienen varios días de haber llegado, y buscan que se agilicen sus procesos para poder llegar al albergue y proseguir con su viaje.

Las tres causas

La primera dama dijo que también comprobó que son tres las principales causas que aducen las personas para haber emprendido su viaje en busca del sueño americano.
«Primero dicen que lo hacen porque quieren mejorar económicamente, luego porque buscan reunirse con sus padres o familiares, y también por razones de seguridad», manifestó.

A criterio de García de Hernández, esas son las tres razones que deberán atacar de manera conjunta los gobiernos de Honduras y Estados Unidos, además de comprobar que los niños estén siendo tratados de manera apropiada, lo cual es su mayor preocupación.

Asimismo, dijo que ese movimiento inusual también favorece al crimen organizado porque cobran altas cantidades de dinero a los migrantes por dejarlos pasar, además de los peligros que afrontan de poder ser secuestrados y que igual pidan grandes sumas de dinero por su liberación.

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