Joe Biden ha firmado este jueves una ley que consagra el 19 de junio como una festividad nacional para conmemorar la abolición de la esclavitud en Estados Unidos. El nuevo feriado se considera un hito en el reconocimiento de la brutal historia de discriminación que han sufrido los afroamericanos que, desde la muerte de George Floyd e impulsado por el movimiento antirracista, ha sido un tema protagónico en el debate nacional.

El Senado aprobó la normativa por unanimidad y en la Cámara de Representantes contó con 415 votos a favor y 15 en contra -todos republicanos-. Esta es la duodécima fiesta nacional en el calendario estadounidense. La última añadida fue el Día de Martin Luther King Jr., en 1983.

La idea de hacer de esta fecha un festivo federal había estado atascada durante años en el Congreso. Este martes, el senador republicano Ron Johnson, quien había sido el único impedimento para aprobar el proyecto de ley, retiró su objeción. Con la vía libre, los demócratas presentaron ante el Senado la medida mediante el consentimiento unánime, que permite que los proyectos de ley se aprueben sin debate ni votación nominal.

Una vez aprobada, pasó a la Cámara de Representantes donde 14 republicanos votaron en contra, varios de ellos representantes de Estados que eran parte de la Confederación esclavista en el siglo XIX.

La congresista demócrata por Texas, Sheila Jackson, afirmó esta semana que presentó la legsilación “para conmemorar el fin de la esclavitud, el pecado original de Estados Unidos, y para llevar a cabo la celebración, aplastando la división racial hasta un punto de unidad”. El republicano Matt Rosendale, uno de los que votaron en contra de la ley, aseguró en un comunicado que el proyecto era un esfuerzo de la “extrema izquierda” para “hacer que los estadounidenses se sientan mal y convencerlos de que nuestro país es malvado” y “consagrar la historia racial de este país como el aspecto principal de nuestra historia nacional”.

Fuente: El País

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