Estados Unidos se suma a la comunidad internacional en la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa. La información y el conocimiento son herramientas muy poderosas y una prensa libre e independiente es la institución fundamental que conecta al público con la información que necesitan para defender sus intereses, tomar decisiones informadas y hacer que los funcionarios públicos rindan cuentas.

Estados Unidos promueve la libertad de prensa en línea y en los espacios tradicionales, así como la seguridad de los periodistas y trabajadores de medios en todo el mundo.

La libertad de expresión y el acceso a información objetiva y precisa brindada por medios de comunicación independientes son elementos primordiales de las sociedades democráticas prósperas y seguras.

Conforme a la Declaración Universal de Derechos Humanos, la libertad de expresión incluye el derecho de todas las personas a “investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Pero hoy la perspectiva para los derechos de los periodistas es estremecedora.

Y ese es uno de los motivos por los cuales, en respuesta al feroz homicidio de Jamal Khashoggi, anunciamos la “Prohibición Khashoggi”, orientada a disuadir comportamientos amenazantes contra los medios.

Los informes por país sobre prácticas de derechos humanos que elaboró el Departamento de Estado en 2020, que se difundieron en marzo, presentan decenas de casos de trabajadores de medios que han sido hostigados, atacados o incluso asesinados por su trabajo.

El Comité para la Protección de los Periodistas (Committee to Protect Journalists, CPJ) informó que en 2020 el número de periodistas asesinados en represalia por su labor profesional había aumentado en más del doble, y México y Afganistán presentaban la mayor cantidad de asesinatos.

Según el CPJ, en 2020 se registró la cantidad más alta de periodistas encarcelados por su trabajo desde que la organización empezó a contabilizar estos hechos, y el año pasado el mayor número de casos de encarcelamiento de periodistas se registraron en la República Popular China, Turquía y Egipto. En Rusia, las autoridades siguen restringiendo el periodismo independiente, incluido el caso de Radio Europa Libre/Radio Libertad.

Lamentablemente, la pandemia ha ofrecido un pretexto para que gobiernos represivos intensifiquen la presión sobre los medios independientes. Es exactamente en ese tipo de ambiente hostil que el ejercicio de la libertad de expresión, sobre todo por parte de miembros de la prensa, se vuelve incluso más crucial para alertar al público acerca de abusos y hechos de corrupción, así como para contrarrestar la información incorrecta y la desinformación y sus peligrosos efectos.

Instamos a todos los gobiernos a garantizar la seguridad a los medios de comunicación y proteger la posibilidad de los periodistas de llevar adelante su trabajo sin temor a sufrir violencia, amenazas o detención injusta.

En nuestro mundo cada vez más digitalizado, la libertad de prensa y el libre flujo de información requieren de libertad en Internet.

Nos alarman los esfuerzos cada vez más enérgicos por parte de algunos gobiernos para privar al público de información y conocimientos controlando el acceso a Internet y censurando contenidos, lo que incluye el uso generalizado de restricciones a la red (algunas por hasta 18 meses) que impiden que los periodistas puedan llevar adelante una labor de difusión independiente.

Los gobiernos no deben cerrar, bloquear, obturar, censurar ni filtrar servicios, ya que estas acciones socavan y limitan de manera indebida los derechos de reunión pacífica y las libertades de asociación y expresión, perturban el acceso a servicios esenciales y repercuten de manera negativa en la economía.

Estados Unidos condena el uso de cierres de Internet parciales o totales dispuestos por los gobiernos, entre otras tácticas, para prevenir el ejercicio de la libertad de expresión en línea y restringir la capacidad de los periodistas independientes de servir al interés público. Instamos a los gobiernos a investigar y reclamar justicia por todos los delitos contra periodistas y trabajadores de medios.

Estados Unidos ha asumido el compromiso de trabajar en colaboración con miembros de los medios de comunicación, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y otros gobiernos que comparten esta inquietud para apoyar el acceso a la información y defender la libertad de expresión y a los periodistas valientes que enfrentan intimidación, acoso, detenciones y violencia en el ejercicio de sus derechos.

Facebook Comments