El lanzamiento de 5G utilizando ondas de radio de súper alta frecuencia ha encendido viejos temores sobre los riesgos de radiación de los teléfonos celulares, y las teorías de conspiración del coronavirus son la última arruga.
Pero eso no ha detenido las amenazas contra los ingenieros de banda ancha y los posibles ataques incendiarios contra la infraestructura celular en el Reino Unido . Los funcionarios del gobierno llamaron a la noción una «conspiración chiflada «. En los EE. UU., La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias emitió una declaración en respuesta al rumor que decía: «La tecnología 5G NO causa coronavirus».
Esta es solo la última de una larga lista de afirmaciones y sospechas de que 5G, que promete velocidades ultrarrápidas y la capacidad de impulsar nuevas tecnologías como los autos autónomos, de alguna manera puede dañar la salud de las personas. Las preocupaciones sobre los efectos de la 5G en la salud se estaban extendiendo incluso antes del coronavirus.
Los consumidores durante años han estado ansiosos por los posibles efectos en la salud de la radiación en todo, desde microondas hasta teléfonos celulares , impulsados por afirmaciones de que las ondas de radio causan cáncer cerebral, reducción de la fertilidad, dolores de cabeza en los niños y otras enfermedades.
Los expertos dicen que, si bien sería útil realizar más estudios sobre las longitudes de onda utilizadas por 5G, hasta ahora no hay nada que sugiera que la gente debería preocuparse.
La última investigación biológica que analizó los efectos potenciales de la radiación 5G no encontró ningún vínculo entre la tecnología y su salud.
«Según nuestro estudio, no creemos que la radiación 5G sea tan dañina», dijo Subham Dasgupta, becario postdoctoral de la Universidad Estatal de Oregon, que publicó los hallazgos a principios de julio de un estudio sobre los efectos de la radiación 5G en el pez cebra. «Es predominantemente benigno».
¿Cuál es el problema con las señales celulares?
La radiación es la emisión de energía de cualquier fuente. Eso significa que incluso el calor que proviene de su cuerpo cuenta como radiación. Pero algunas formas de radiación pueden enfermarlo.
Podemos organizar los tipos de radiación por sus niveles de potencia en el espectro electromagnético. Las longitudes de onda más grandes con una frecuencia más baja son menos potentes, mientras que las longitudes de onda más pequeñas a frecuencias más altas son más potentes. Este espectro se divide en dos categorías distintas: ionizantes y no ionizantes.
La radiación ionizante, que incluye rayos ultravioleta, rayos X y rayos gamma, son las formas nocivas. La energía de la radiación ionizante puede separar átomos y se sabe que rompe los enlaces químicos en el ADN , lo que puede dañar las células y causar cáncer. Es por eso que la FDA advierte contra la realización de radiografías innecesarias. También es la razón por la que la exposición al sol puede causar cáncer de piel.
La radiación no ionizante tiene frecuencias más bajas y longitudes de onda más grandes. No produce suficiente energía para romper los enlaces químicos del ADN. Los ejemplos incluyen radiofrecuencia o radiofrecuencia, como radio FM, señales de TV y teléfonos móviles que utilizan el servicio tradicional 3G y 4G.
La radiación de microondas y de longitud de onda milimétrica, que es uno de los bloques clave del espectro que utilizará el servicio 5G, también se considera no ionizante (al igual que la luz visible) y no produce el tipo de energía que daña directamente las células. Los dispositivos comunes, como los enrutadores Wi-Fi, los abre-puertas de garaje, los escáneres de seguridad de los aeropuertos y los walkie-talkies, utilizan microondas de baja frecuencia.
¿Significa esto que la radiación de los teléfonos móviles no causa cáncer?
Es complicado . Algunos expertos sospechan que la radiación de estos dispositivos podría dañar las células a través de otro mecanismo biológico, como el estrés oxidativo en las células, que conduce a la inflamación y se ha descubierto que causa cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares, neurológicas y pulmonares. De los miles de estudios que se han realizado durante las últimas dos décadas, los resultados son mixtos. La mayoría de los estudios publicados hasta ahora sobre el uso del servicio de telefonía celular tradicional en el rango de RF no han encontrado un vínculo con el desarrollo de tumores, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer .
Pero el grupo reconoce que la mayoría de estos estudios tenían limitaciones significativas, lo que deja algunas dudas.
