eibar444-krDC--620x349@abc.jpgEl Eibar-Celta dio este sábado el pistoletazo de salida a una Liga huérfana de aficionados, la prolongación de la fría estampa repetida en las jornadas disputadas la pasada temporada después del parón por el Covid-19. Soledad en los estadios en el inicio de este curso que ha dejado de ser general en Europa. Mientras los socios y abonados de los clubes españoles siguen sin tener clara una fecha para la vuelta a las gradas, en otros países el inicio de los campeonatos está siendo acompañado por un retorno gradual y controlado de los espectadores. «Para ver los estadios como los veíamos antes será a partir de la vacuna, espero en febrero o enero, ese es el inicio y el fin de ese mal sueño que estamos viviendo la sociedad mundial», advirtió Javier Tebas esta semana. Si se cumple el vaticinio del presidente de la Liga, el virus volverá a dejar a millares de aficionados sin poder disfrutar en directo durante meses de su pasión por el balón. También ahondará el agujero en las arcas de los clubes, privados de los importantes ingresos que aportan sus socios y abonados. Equipos como el Atlético de Madrid han cobrado una pequeña señal en concepto de reserva del abono, pero la entidad rojiblanca sigue sin poder ponerle el precio definitivo porque desconoce cuántos partidos acogerá el Metropolitano este curso. Por eso, cuanto más tarde se autorice el regreso de los espectadores, menos ingresarán los equipos de sus abonados, aunque los tiempos los marcarán la evolución de la pandemia y las autoridades. «Todos estamos impacientes por volver a los campos a apoyar a nuestro equipo, pero entendemos las especiales circunstancias. Queremos volver cuando las garantías sanitarias sean plenas. Una precipitación podría ser fatal», explica a ABC el presidente de la Federación de Peñas del Real Zaragoza, José Vicente Casanova Clemente. La incertidumbre sobre el futuro del fútbol no doblega la ilusión del hincha, que sigue reservando su abono. «Entiendo el fútbol como algo mucho más que un partido, es el momento del encuentro con mi otra familia. Estoy deseando volver al estadio», afirma Isabel Lunar, abonada 4.497 del Atlético de Madrid. Acompañando a su equipo durante más de un cuarto de siglo, reconoce a este periódico que la situación económica se ha complicado en su casa por el virus, «pero mientras pueda, seguiré pagando mi abono, aunque en esta temporada es un abono a la incertidumbre». La resignación por el inicio de la Liga sin público no es compartida desde la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (Fasfe). «Como aficionados activos, consideramos que el fútbol es un acto social. Evidentemente, lo que se reinicia no tiene nada de social ya que no reúne a ninguna comunidad a su alrededor. A nuestro juicio, la Liga sólo volverá cuando la afición pueble las gradas de nuestros estadios», explican a ABC. Entrenadores como Luis Cembranos se suman al malestar por el trato que está recibiendo el fútbol. «Público en los toros, en las entregas de premios, en los conciertos, teatros, desfiles, etc… y el fútbol el único espectáculo que no admite público todavía… hasta cuándo?», se preguntó en sus redes sociales.<blockquote class=»twitter-tweet»><p lang=»es» dir=»ltr»>público en los toros, en las entregas de premios, en los conciertos, teatros, desfiles, etc… y el fútbol el único espectáculo q no admite público todavía… hasta cuándo??? <a href=»https://twitter.com/deportegob?ref_src=twsrc%5Etfw»>@deportegob</a> <a href=»https://twitter.com/lozanoirene?ref_src=twsrc%5Etfw»>@lozanoirene</a> <a href=»https://twitter.com/LaLiga?ref_src=twsrc%5Etfw»>@LaLiga</a> <a href=»https://twitter.com/Tebasjavier?ref_src=twsrc%5Etfw»>@Tebasjavier</a> <a href=»https://twitter.com/rfef?ref_src=twsrc%5Etfw»>@rfef</a> <a href=»https://twitter.com/hashtag/luisrubiales?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw»>#luisrubiales</a> <a href=»https://twitter.com/afefutbol?ref_src=twsrc%5Etfw»>@afefutbol</a> <a href=»https://twitter.com/davidaganzo?ref_src=twsrc%5Etfw»>@davidaganzo</a></p>— Luis Cembranos (@luiscembranos) <a href=»https://twitter.com/luiscembranos/status/1304328376077950976?ref_src=twsrc%5Etfw»>September 11, 2020</a></blockquote> <script async src=»https://platform.twitter.com/widgets.js» charset=»utf-8″></script> «Hay que tener en cuenta que los protocolos de acceso y evacuación harían que la asistencia a un encuentro de fútbol pudiera ocupar casi cuatro horas. No todo el público estaría dispuesto a esa inversión de tiempo, más en la época invernal», responde el presidente de la Peñas del Zaragoza, que sí entiende ese regreso del público en otros deportes por su menor capacidad de movilización. Después de 15 años soñando con el día del reencuentro con la Primera división, la hinchada del Cádiz no tuvo ayer la oportunidad de disfrutar anoche de la cita más esperada en el Ramón de Carranza. El Covid, sin embargo, no frena el entusiasmo de sus seguidores y la entidad andaluza ha superado ya los 10.000 abonados para una temporada que se presenta tan atípica como la anterior. «Un partido sin público no es fútbol o desde luego no es fútbol tal y como lo entendemos los aficionados y aficionadas de grada. Es más bien un programa de televisión, un producto de la industria del entretenimiento, no fútbol. Carece de lo que ha hecho grande a nuestro deporte y lo que lo distingue de casi todas las demás prácticas deportivas, la capacidad de agrupar y movilizar a grandes comunidades creando identidad y sentimiento de pertenencia», insisten desde Fasfe. Público ya en Europa La imagen de soledad de los futbolistas en los campos ha comenzado a difuminarse en el fútbol europeo, una bocanada de esperanza para los seguidores del Cádiz y también del resto de los equipos de la Liga. Los goles vuelven a gritarse ya en algunas tribunas. El aliento de los hinchas ya se deja sentir en Francia, donde el Gobierno ha autorizado la presencia de aficionados, 5.000 como máximo en cada partido. Esta semana, Bélgica también aprobó que los clubes puedan acoger espectadores, pero limitando la entrada para prevenir la expansión del coronavirus. Un primer paso por el suspiran desde la Premier League. «Tenemos que conseguir que vuelvan los aficionados lo más rápidamente posible. Es la prioridad número uno», afirmó recientemente Richard Masters, su presidente ejecutivo. «No es sólo lo que no se genera dentro del estadio, es que cada partido de la liga inglesa, de media, genera 20 millones para la economía local y nacional, así que queremos jugar nuestra parte para recuperar la economía», apuntó el directivo. De momento, en Inglaterra, como en España, los aficionados se tienen que conformar con cantar los goles ante el televisor.

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