Cómo olvidar su rostro, sus pasos por el periodismo televisivo, y sus historias. Llevó a la pantalla chica tantos casos de personas que necesitaban una mano amiga y solidaria dentro de el Hospital Escuela Universitario.
Conoció de cerca lo que significa vivir en el abandono a raíz de su problema de salud, y del cual su familia tampoco se hizo cargo.
Ahora Richard Casulá, quien laboró por muchos años en Canal 36 vive en el albergue de varones del Ministerio Apostólico y Profético «Pasión por las Almas» donde además de tener un lugar donde dormir y alimentación, recibe terapia espiritual.
La iglesia es dirigida por el Apóstol Carlos Cerrato, quien quiso traerlo al lugar de reposo y rehabilitación tras escuchar la noticia de que Casulá, andaba prácticamente deambulando por las calles de la capital.
Su problema de salud se agravó a raíz de tanto medicamento que le ocasionó una cirrosis hepática y le daño también los riñones.
Gracias a Dios, ahora esta en un buen lugar rodeado de personas que le proporcionaran lo necesario para mejorar sobre todo su estado de ánimo.
