WASHINGTON.–  El presidente, Donald Trump, anunció este viernes un acuerdo con México para el cierre parcial de la frontera común a «viajes no esenciales», además de que implemenará una veda total a todos los inmigrantes indocumentados, como parte del combate global a la pandemia del coronavirus.

(Nueva York ordena quedarse en casa a trabajadores no esenciales. Trump descarta una cuarentena total a nivel nacional)

«Estamos trabajando con México para implementar nuevos reglamentos en nuestros puertos de entrada para suspender viajes no esenciales. Esto nuevos reglamentos y procedimientos no impedirán el comercio legal» en la zona, dijo Trump durante su rueda de prensa diaria en la Casa Blanca.

Acompañado por el grupo de trabajo encargado de recomendar medidas para frenar la propagación del Covid-19, Trump también dijo que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades recurrirán a una ley federal para que los agentes fronterizos tengan «las herramientas necesarias para prevenir la transmisión del virus».

Es decir, en aras de la salud pública, los CDC recurrirán a la «Sección 362» del Acta de Servicios de Salud Pública, para suspender el ingreso a Estados Unidos de todos los migrantes, explicó el secretario de Salud, Alex Azar.

Trump dijo que México suspenderá los vuelos desde Europa, pese a que las autoridades mexicanas no han hecho ese anuncio. En ese sentido, el secretario de Estado, Mike Pompeo, corrigió a Trump y dijo que confía en que México tomará esa medida pronto.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard y Pompeo lideraron las discusiones esta semana sobre el cierre de la frontera común de más de 2,000 millas para hacer frente a la pandemia del coronavirus, que ya ha infectado a más de 246,000 personas en todo el mundo. En Estados Unidos, el número de casos confirmados supera los 14,000.

En la rueda de prensa, Pompeo dijo que ambos países «reconocen la importancia de trabajar juntos para limitar la propagación del virus, resguardar el comercio que sustenta nuestra economía».

Pompeo claró que las restricciones de viajes con Canadá y México, con la excepción del comercio, entrarán en vigor la medianoche de hoy.

El anuncio sobre la veda a inmigrantes creó una confusión inicial porque Ebrard dijo en México que ese país solo aceptaría a mexicanos y centroamericanos dentro del programa «Quédate en México».

«Si nos regresan a personas que no son mexicanos ni centroamericanos, México no lo aceptaría. Tampoco aceptaríamos que personas que ya están en el territorio de Estados Unidos nos las regresen de repente», aclaró Ebrard.

Trump y Pompeo posteriormente aclararon que los migrantes no amparados al programa «Quédate en México» serán despachados a sus países de origen, sea de Centroamérica, Cuba, y otras regiones.

Según el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf,  las autoridades tratan de minimizar el contacto con los migrantes detenidos en la frontera, y tomarán medidas para regresarlos a sus países lo más pronto posible.

Así, los migrantes detenidos en la frontera sur que no sean mexicanos serán enviados de inmediato a sus países de origen. La explicación despejó las dudas de que México sería un «tercer país seguro» para solicitantes de asilo, algo que ya rechazó el año pasado.

Por otra parte, Ebrard recalcó que el objetivo en estas negociaciones fue no «afectar actividades sustantivas para la economia» de México y Estados Unidos.

Por ello, dijo que elaboraron un catálogo de trabajadores y «actividades esenciales» que quedarán exentos de las nuevas restricciones, que incluyen el comercio; transporte de mercancía; movimientos logísticos vinculados con el comercio, y personas que trabajan en esos sectores.

«Tampoco serán afectados todo lo que son servicios fundamentales, compra de medidcamentos, servicios de emergencia», explicó Ebrard.

Wolf  también aseguró que las restricciones no afectarán al comercio bilateral, ni el traslado de cargamentos o el movimiento de trabajadores en el sector de salud.

Uno de los puntos que retrasaron el anuncio fue precisamente la definición de «viajes no esenciales», tomando en cuenta cualquier interrupción en los cruces transfronterizos de todas maneras tendrá un impacto económico.

Paola Avila, presidenta del grupo empresarial Border Trade Alliance, dijo que la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, en inglés) informó durante una conferencia telefónica que el cierre de la frontera tampoco afectará a los empleados del sector agrícola, de restaurantes y negocios de comida, y conductores de autobús.

En declaraciones a Noticias Telemundo, Avila afirmó que la protección del intercambio comercial transfronterizo de productos que son «elementos esenciales para la economía norteamericana es increíblemente importante».

«No podemos darnos el lujo de interrumpir las cadenas de suministro que involucran el movimiento de fármacos, equipos médicos, o alimentos. Además, debemos asegurar que exista una amplia discreción al determinar los viajes esenciales», advirtió Avila.

«Miles de trabajadores cruzan legalmente desde México a Estados Unidos, y deben poder seguir haciéndolo» sin trabas, enfatizó.

El anuncio del cierre parcial de la frontera sur, donde habitan al menos 15 millones de personas, se produjo dos días después de que Trump anunciara el cierre de la frontera con Canadá a «viajes no esenciales».

La Administración Trump ya había frenado la entrada de migrantes desde Europa, cuando declaró la emergencia nacional  la semana pasada, y luego expandió la veda a viajeros del Reino Unido e Irlanda.

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