Las medidas que poco a poco se van imponiendo en los Estados Unidos son parciales y no responden a una estrategia nacional para mitigar los efectos del brote del nuevo coronavirus que ya registra cerca de 70.000 casos y más de 1000 muertos en todo el país. Esta vez, la ciudad de Miami anuncio que impondrá un toque de queda a fin de limitar la propagación de COVID-19.

La ciudad conocida por sus playas, palmeras y la mixtura latina, decretó que la medida regirá a partir de este viernes entre las 22 y las 5. La decisión fue tomada ayer a través de una videoconferencia en la que las autoridades locales votaron por unanimidad el endurecimiento de las restricciones.

La regla permite a la policía detener e interrogar a cualquier persona en público durante este período de tiempo. Sin embargo, fijó ciertas excepciones para que algunas personas puedan circular: quienes que van y vienen del trabajo, los que buscan servicios médicos y aquellos que pasean a sus mascotas siempre que estén a menos de cien metros de sus casas.

El último martes, el centro turístico, donde la semana pasada las playas aún estaban abarrotadas, emitió una orden de «refugio de emergencia en el lugar» que instaba a los 470.000 residentes a quedarse en sus hogares tanto como fuera posible.

Oposición de Donald Trump

Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ya se manifestó en contra de este tipo de medidas que promueven el aislamiento social. El jefe de Estado mostró su voluntad de que el país vuelva a trabajar para reiniciar la economía a pesar de las reservas de muchos científicos y funcionarios locales.

Una «recesión o depresión grave» podría matar a más personas que la epidemia, dijo el martes. Y lanzó el 12 de abril, el domingo de Pascua, como fecha para retomar la actividad económica en parte del país.

«La gente real quiere volver a trabajar lo antes posible», dijo en Twitter el miércoles, acusando a los principales medios de ser «la fuerza dominante que intenta obligarlo a mantener el país cerrado el mayor tiempo posible con la esperanza de que esto perjudique (su) reelección «.

Sin embargo, muchos estados del país elaboran distintas estrategias opuestas a las sugeridas por Trump después de que la epidemia haya sobrepasado el millar de fallecidos, y el número de casos se acerque a los 70.000. De esta manera, el país del norte se sitúa como el tercer territorio con más casos del mundo, por detrás de China e Italia. Y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pronto se podría convertir en nuevo epicentro mundial de la pandemia.

Ante esta situación, más de la mitad de la población del país está llamada a quedarse en casa, con medidas de confinamiento más o menos estrictas según el estado.

Washington DC avisó a sus ciudadanos a través de los teléfonos móviles del cierre de servicios no esenciales (gimnasios, peluquerías, tiendas) desde el miércoles por la noche hasta el 24 de abril.

El centro cultural y económico del país, el estado de Nueva York, es el más golpeado por el coronavirus, aunque las medidas de distanciamiento social y confinamiento parecen haber frenado la propagación de la epidemia, a pesar de que se espera que el pico de contagios para dentro de tres semanas. «Las flechas apuntan en la dirección correcta», afirmó el gobernador Andrew Cuomo. Pero el pico de la epidemia se espera para dentro de tres semanas, agregó.

Agencia AFP y El Nuevo Herald

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