José Ángel Sandín, CEO de Lefebvre, en la presentación del II Estudio de Innovación en el Sector Jurídico, este martes en Madrid. |FOTOGRAFÍAS: Marta Peiro

Tal es la importancia que ha adquirido la innovación como elemento para diferenciarse a nivel empresarial en la era digital que el 80% de los abogados considera necesario invertir en ella para favorecer el correcto desarrollo de los nuevos despachos jurídicos. Sin embargo, solo un 34% opina que se está implementando realmente. Esta es la principal conclusión que se extrae del II Estudio sobre Innovación en el Sector Jurídico, presentado este martes en la sede de Lefebvre en Madrid.

El análisis fue elaborado por la editorial jurídica en base a 50 entrevistas a profesionales que cambian el sector en toda Europa, conocidos como legal innovators, y 1.500 encuestas online a profesionales del ámbito legal en general. Las respuestas de todos ellos ponen el foco sobre las barreras a las que se enfrenta el mundo del derecho y los nuevos modelos de negocio y tendencias surgidas de la digitalización. Como novedad, esta segunda edición incorpora una comparativa del sector jurídico en otros países europeos.

Juan Pujol (izda.), presidente y miembro del Comité Ejecutivo de Lefebvre, junto a Sandín, en el cierre del acto.

A raíz de la digitalización en la que vive la sociedad del siglo XXI, el estudio dibuja un nuevo escenario en el que se estima necesario transformar la dinámica de los despachos de abogados. El 80% de los abogados cree que se debe invertir en innovación, pero solo un 34% considera que se está haciendo. Esta innovación no solo tiene que ver con la tecnología, sino que se traduce en los propios métodos de trabajo. Los nuevos abogados deben “ser socios del cliente y trabajar conjuntamente” con el mismo, definió Joaquín Latorre, de PWC.

El profesional jurídico debe controlar la tecnología y colaborar en un equipo multidisciplinar con nuevos perfiles flexibles y en nuevos espacios. “Ya no puedes ser abogado especialista de una cosa y olvidarte de lo digital”, defendió Gloria Sánchez. “Tienes que tender puentes y entenderte con otros roles”, insistió la directora de Transformación de Asesoría Jurídica del Banco Santander. Eugenia Navarro, profesora de ESADE y CEO de Tama Projects, coincidió en la importancia de “generar equipos inusuales en los que incorporar profesionales que aporten otra perspectiva”. Para ello, se decantó por “buscar la diversidad y formar en innovación”.

Gloria Sánchez (izda.), de Banco Santander, y Eugenia Navarro, de Tama Projects.

A la hora de operar, los equipos “incorporan perfiles y tecnología basadas en la gestión eficiente de la información”, analizó Raúl Rubio, de Baker MacKenzie. Estos se centran en la Inteligencia Artificial, que permite predecir y ofrecer datos fiables sobre un caso. Con ella, insistió un Latorre preocupado por “ofrecer soluciones diferentes a los clientes y comprometerse”, se “añade un valor” a los mismos. Otras tendencias que ya están cambiando el sector son los algoritmos, el Blockchain, los chatbots, el machine learning y el IoT.

Para la implementación de estos recursos, sin embargo, hay frenos, tanto humanos como económicos. “Hacen falta personas responsables y cualificadas, estrategia, presupuesto, acción”, reivindicó Enrique Ascanio, de Baker McKenzie. En relación a dichos obstáculos, expresados en el estudio, José Ángel Sandín consideró que “falta un paso para materializar la innovación en los despachos”. El CEO de Lefebvre contempló que, en dicho camino, “o cambiamos o nos cambian, pero hay un reto mayor: ser protagonistas de este cambio”.

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