Un estudio de Gallup de 2017 demostró cómo el hecho de que existan empleados no comprometidos con sus laborales podría costar hasta 600 mil millones de dólares a la productividad industrial. Y una de las razones por las que un colaborador pueda no sentirse a gusto en su trabajo tiene sustento en las herramientas y elementos de trabajo con los que cuenta para desempeñar sus labores.

De acuerdo con un estudio realizado por la investigadora Unisys, en Colombia, dio cuenta de que aquellos empleados que trabajan con tecnología obsoleta o poco útil para sus labores son 500 % más propensos a frustrarse y a buscar un nuevo empleo.

Otro de los datos comparativos del estudio, que demuestra el porqué para las empresas es necesario llevar a cabo transformaciones tecnológicas acordes con los procesos laborales, está en que en la medición realizada por la empresa de investigaciones de mercado Unisys cerca del 30 % de los profesionales en las organizaciones “tecnológicamente rezagadas” expresó frustración con sus empleadores, en comparación con sólo el 5 % en las organizaciones “líderes en tecnología”.

Al respecto, Eduardo Almeida, vicepresidente y gerente general de Unisys para América Latina, aseguró que: “Los profesionales esperan tener acceso a las mismas herramientas donde quiera que se encuentren. La tecnología puede inspirar a algunos y perjudicar a otros. Sobrevivirán aquellas empresas que invierten proactivamente en esta”.

Y es que atacar el problema de contar con tecnología inútil u obsoleta en las empresas es urgente. Unisys demuestra, en la medición hecha en el país, que los empleados de las empresas que se consideran como tecnológicamente rezagadas (para el caso local corresponden al 15 %) son mucho más propensas a experimentar renuncias y pérdida de talento.

El país hasta ahora parece estar haciendo ese cambio. Una encuesta de transformación digital hecha por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) encontró que el 98 % de los empresarios del país cree que es importante la implementación de cambios en las empresas, pero sólo el 58 % de estos están llevando a cabo procesos que vayan en busca de ese cambio (ver ¿Qué Sigue?).

Las consecuencias:

“Empleados exasperados han recurrido al uso de sus propios equipos que pueden resultar fácilmente comprometidos, intervenidos, perdidos o robados. Casi el 61 % utiliza su propio teléfono inteligente y más del 38 % usa su propio computador portátil, un grupo bastante superior al promedio global de 45 % y 22%, respectivamente”, se lee en la medición.

A este fenómeno se le suma un problema y es que los empleados, al no contar con dispositivos dispuestos por la empresa, incrementan posibles riesgos en seguridad “agravando el problema, más de tres de cada cuatro empleados (81 %) ignoran los protocolos de seguridad al realizar tareas como compartir cuentas y contraseñas, siendo 14 % más propensos a la inseguridad que el profesional promedio mundial”.

“Las organizaciones que modernizan su tecnología y procesos de la manera correcta estarán mejor posicionadas para liderar. Pueden ayudar a empoderar a los profesionales, liberándolos de tareas tediosas para que puedan producir mejores resultados”, concluyó Fabio Abatepaulo, director de Transformación Digital de Unisys para América Latina.

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