Según un comunicado oficial publicado este miércoles, China ha decidido imponer aranceles adicionales a productos importados de Estados Unidos por un valor de unos 16.000 millones de dólares.

Con aprobación del Consejo de Estado, la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado ha decidido imponer aranceles adicionales de 25 por ciento a productos estadounidenses por valor de 16.000 millones de dólares después de hacer los ajustes apropiados a la segunda parte de una lista de los productos sujetos a los aranceles.
Los aranceles adicionales entrarán en vigor a las 12:01 horas del 23 de agosto de 2018.
Al comentar la decisión, un portavoz del Ministerio de Comercio de China indicó que es totalmente irrazonable que Estados Unidos ponga las leyes nacionales por encima de las leyes internacionales una y otra vez.
El portavoz señaló que para defender sus derechos e intereses legítimos y el sistema de comercio multilateral, China se vio forzada a tomar las contramedidas necesarias.
La Comisión de Aranceles Aduaneros dijo que la lista fue ajustada apropiadamente después de tomar en consideración consejos de los departamentos gubernamentales relacionados, de asociaciones de la industria y de empresas para proteger mejor los intereses de los consumidores y de las compañías nacionales.
Junto con el comunicado, la Comisión de Aranceles Aduaneros publicó una versión final de la segunda parte de la lista en la página web del Ministerio de Hacienda.
En junio, la autoridad aduanera de China anunció una lista de productos de Estados Unidos por un valor de 50.000 millones de dólares que estarán sujetos a aranceles adicionales en respuesta al anuncio de Estados Unidos de imponer aranceles adicionales a importaciones chinas.
Los aranceles adicionales a los productos estadounidenses en la primera parte de la lista, por un valor de 34.000 millones de dólares, entraron en vigor el 6 de julio.

Según otra información, Sourabh Gupta, reconocido experto del Instituto de Estudios China-EEUU, con sede en Washington, afirmó el martes pasado que el hecho de que la Administración Trump siga insistiendo con las tensiones arancelarias con China es una «propuesta de pérdida mutua».

La Oficina del Representante Comercial de EEUU (USTR, según siglas en inglés) anunció el martes que el país empezará a imponer aranceles adicionales sobre otros productos procedentes de China valorados en 16.000 millones de dólares a partir del próximo 23 de agosto, lo cual elevará a aproximadamente 50.000 millones de dólares el valor total de los productos chinos que ahora afrontan unos aranceles adicionales del 25 por ciento.
Gupta enfatizó que «desafortunadamente, ya se esperaba. Es, de nuevo, algo totalmente ilegal bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y es una propuesta de pérdida mutua».
Bajo las políticas proteccionistas de «EEUU Primero», la Administración Trump impuso el pasado 6 de julio aranceles adicionales sobre productos chinos valorados en 34.000 millones de dólares.
Con el objetivo de garantizar los derechos e intereses legítimos chinos y proteger el orden comercial global, China ha prometido responder a las medidas de Washington con aranceles sobre productos estadounidenses por un valor equivalente.
Gupta señaló que se ha registrado «en general, una oposición abrumadora» por parte de asociaciones y grupos empresariales estadounidenses que representan a los sectores de químicos, cable y alambre, electrónicos, semiconductores y venta al por menor, entre otros, durante las audiencias del 24 y 25 de julio sobre los últimos aranceles.
«Pero la Administración Trump ha seguido obstinadamente adelante» con la medida, dijo, añadiendo que es decepcionante la manera en la que Washington ha «ignorado deliberadamente» las reglas de la OMC en el caso Sección 301 contra China.
Gupta afirmó que es «revelador» que las principales empresas de la industria de semiconductores expresaran a finales de julio que la imposición de aranceles adicionales sobre estas importaciones solo perjudicará a los fabricantes estadounidenses y, al fin y al cabo, a los consumidores domésticos.
concluyó que también saben que China es el mercado con el crecimiento mayor y más rápido del mundo para semiconductores y equipos, por lo que «tratar mal a China puede tener consecuencias duraderas y a largo plazo, lo que daña la cuota de mercado de los fabricantes de semiconductores estadounidenses y la cadena de suministro ubicada en EEUU».

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