“Estas van a ser las elecciones más observadas de los últimos años”: registrador

En este proceso electoral, desde las consultas de marzo hasta las presidenciales de mañana, le ha llovido críticas a su gestión por tantos líos… ¿Qué responde?

En las consultas interpartidistas tuvimos la dificultad de las tarjetas electorales, pero no sólo ha sido un problema histórico sino que, además, estaba previsto que podía presentarse un faltante en algunas mesas y por eso, desde el 1 de febrero se previó un plan de contingencia con los partidos que participaron en las consultas de trasladar tarjetas de una mesa a otra, de un puesto a otro o sacar fotocopias. Lo de las fotocopias no fue una improvisación.

Pero, hablemos sobre las denuncias de supuesto riesgo de fraude por el software. ¿Cómo funciona ese software? ¿Cuántos son?

Son tres softwares. El de preconteo, que contiene la información de los escrutinios de todas las mesas de votación del país. Ese sistema implica que tengamos que disponer un equipo de delegados en los puestos de votación que transmiten la información a los receptores ubicados en centros de procesamiento de datos. Luego, entran en unas máquinas escáner que leen esa información, la sacan y empiezan a consolidar resultados para darlos a conocer. Ese software es el que nos permite dar resultados rápido, pero son preliminares. No oficiales.

Y hay otro software para los resultados oficiales…

Sí, con el que construimos un sistema de información y de procesamiento de datos para que las 2.080 comisiones de escrutinio puedan empezar a sumar los votos. El software de escrutinio es un software de sumatoria, de consolidación de resultados y va desde el nivel auxiliar, municipal, departamental y nacional.Tiene varias funcionalidades: digitalizar el formulario E-14 de claveros, que es el que los jurados incorporan en las bolsas con los votos que son los que se van a los escrutinios y ese E-14 es recibido por la comisión escrutadora que abre la bolsa, saca el formulario, lo revisa, se lo muestra a los testigos, lo digitaliza y sale en una pantalla de video beam. Y el tercer software es el de la digitalización de los formularios E-14 de delegados que vamos subiendo a la nube para que cualquier colombiano lo pueda ver. Fíjese cómo estos tres sistemas nos están dando información idéntica que se supone debe coincidir…

Pero no coinciden…

A veces no coinciden, porque el jurado se equivocó y ahí vamos a la otra inquietud sobre por qué no coincide el preconteo con el escrutinio. Puede haber equivocaciones de los jurados o de los transmisores, puede haber un recuento de votos, una corrección por parte de las comisiones de escrutinio y por eso los datos no coinciden.

¿Y esas son las principales preocupaciones del candidato Gustavo Petro? Porque él también habla de un riesgo con los algoritmos del software…

Los softwares cuentan con todas las seguridades en temas de funcionalidad, porque han venido siendo construidos por ingenieros dedicados a esos aspectos, con el conocimiento previo de lo que han sido los procesos electorales anteriores y con la participación de auditores de sistemas de las campañas, de la Procuraduría, de la Unión Europea, con expertos y con un especialista en tecnología electoral de la OEA. Los softwares tienen plenas garantías, y eso se probó con la presencia de los auditores de sistemas en varias reuniones. Entonces, si hay denuncias particulares y concretas, y con pruebas, que las presenten, porque hemos venido haciendo un trabajo técnico, con presencia de todos, y se ha podido verificar el gran trabajo que ha hecho la Registraduría en la preparación de los softwares.

O sea que no hay porqué tener preocupación de riesgo…

El proceso electoral no es solamente los softwares y esto hay que entenderlo bien, porque si solamente fueran softwares estaríamos hablando de voto electrónico y acá no hay voto electrónico.

Pero sí hay muchas fallas en el sistema electoral…

¿Qué fallas?

Por ejemplo, que no coincidan los votos en el preconteo y el escrutinio. Y hace rato que ha debido estar listo el voto electrónico en Colombia…

Esas no son fallas. Y si hablamos del voto electrónico le preciso varias cosas. Para implementarlo, se requiere de una serie de análisis para ver si el país puede ir hacia allá. Como verificar cuáles son las diferentes tecnologías que hay en voto electrónico, cuánto vale, porque nos hemos dado cuenta de que hay máquinas cuyo valor puede ascender entre los US $2.000 y $5.000 por máquina. Necesitaríamos 100.000 máquinas de votación electrónica. Y no solamente requeriríamos recursos para eso, sino para la custodia y resguardo de las mismas. ¿Cuánto valen las bodegas en condiciones de seguridad o refrigeración? Adicionalmente, el tema de la obsolescencia. Si Colombia se va a hacia el voto electrónico, ¿qué sucede si en tres o cuatro años, con los cambios tecnológicos, ya las máquinas cambian de una tecnología a otra? y los problemas de seguridad. Una cosa es tener votos en papel, que uno pueda contar y recontar, y otra son los votos en un disco duro. Con la problemática de hackers actual el riesgo sería enorme.

A propósito, el Consejo de Estado, con el fallo de MIRA, exhortó a la Registraduría a adoptar ciertas medidas, e incluyó una relacionada con el software. ¿Ya han adoptado esas medidas?

Desde antes de que saliera el fallo del Consejo de Estado, ya veníamos revisando cómo fortalecer los softwares para evitar que se presenten fallas que históricamente se han visto. El software nuestro es superior al que se utilizó hace cuatro años en temas de funcionalidad y seguridad. Otra de las censuras del Consejo de Estado fue que no se guardaron los archivos digitales de lo que sucedió en cada una de las comisiones de escrutinio. Para estas elecciones guardamos toda esa información digital de cada uno de los computadores que se utilizaron en los escrutinios para que luego se pudiera, si hay una investigación penal o administrativa, verificar qué pasó. Esas observaciones del Consejo de Estados las tomamos y las incorporamos para mejorar el software que se utilizará

Y sobre el manto de dudas que se ha tejido con los jurados de votación, las denuncias de Benedetti…

Lamentablemente hay desinformación allí. Para estas elecciones, se alimentaron cerca de 2’150.000 personas, para elegir 648.000 jurados de votación. Esas bases se organizan municipio por municipio. A partir de esas bases de datos se forma la base de datos de la cual se sortean aleatoriamente los jurados. Las fuentes de información son empresas privadas, entidades públicas, instituciones educativas privadas y públicas, partidos y movimiento políticos. Lo primero que hacemos es tratar de que haya jurados de todas las fuentes y así hicimos el sorteo. Benedetti dijo que había hecho unos cruces entre los jurados seleccionados para las elecciones de Congreso con las bases de datos de seguridad social, y de esos cruces salieron personas que habían sido designadas como jurado, pero que no están en las bases de datos de seguridad social. Recibimos esa información y dispusimos el cruce de bases de datos. Entonces, pedimos la base de datos del Sisbén, del Fosyga y la de la Pila. Como se estaba hablando de Barranquilla, tomamos la base de datos de jurados de votación de presidente de la República de Barranquilla, y las cruzamos con bases de datos de seguridad social. Nos arrojó que, efectivamente, hay unas personas que no están en las bases de datos de seguridad social. Ese cruce de datos con la seguridad social no lo hacemos para efectos de designar jurados de votación. Confiamos por ley en las entidades que alimentan esas bases de datos conforme a su información, y si se equivocan o dan información equivocada, tiene que responder por eso.

¿Pero hubo irregularidades allí?

Ya verificamos cuáles son las entidades en las cuales aparecen esas personas no relacionadas en la seguridad social. Muchas de ellas son universidades. En Barranquilla, de 18.505 jurados de votación designados, encontramos que no se encontraban en la Pila, que es la base de datos más sólida, porque es en donde se reportan los pagos de seguridad social, y no había 4.979. Estos los discriminamos por entidades. El hecho de que no esté en la seguridad social no quiere decir que no pueden ser jurados de votación, pero esas personas que no figuran en la seguridad social, reportadas por las empresas, son estudiantes. Normalmente el estudiante no trabaja, por ende, no reporta a la base de datos Pila. De todas maneras, estamos acudiendo a todas esas empresas para que nos diga quiénes son. Si hay alguna inconsistencia reportada por esas empresas, inmediatamente enviaremos las copias a la autoridad de investigación correspondiente.

El Consejo Nacional Electoral le envió una carta pidiéndole claridad sobre las denuncias de fraude por vía de los jurados de votación… ¿Tiene dudas también el CNE sobre los jurados?

Ellos recibieron la misma información y están preguntando qué habrá pasado con el sorteo de los jurados de votación. En este momento no sólo estamos preparando el proceso electoral, sino indagando esta serie de circunstancias que manifiestan, para ver si hay alguna problemática real. En su momento, les contestaré que muchos de ellos, no reportados en las bases de datos de seguridad social son estudiantes universitarios.

¿Tiene la tranquilidad de que estas elecciones son las más transparentes?

Estas van a ser las elecciones más observadas de los últimos años. Vamos a tener más de 126.000 testigos electorales designados por los partidos. Yo aspiraría a que pusieran 200.000 mil testigos electorales y que en cada mesa haya varios testigos de diferentes campañas. Ese es el mejor mecanismo de control. Habrá 4.000 funcionarios de la Procuraduría; 5.000 de la Fiscalía, observadores internacionales, 78 de la OEA y más de 200 de autoridades electorales de América Latina y de expertos electorales del mundo. 3.500 observadores nacionales de la MOE en más de 500 municipios. En las comisiones de escrutinio, las campañas han designado 2.725 testigos para la jornada. El proceso electoral no es solo de la Registraduría sino un proceso de Estado. Vamos a estar acompañados por la ciudadanía y los medios de comunicación, y vamos a brindar plenas garantías.

¿Qué opinión le merece que quienes van a participar de las elecciones pretendan desconocer la institucionalidad electoral?

Lo único que puedo decir es que aquellas personas que tengan información o pruebas de que está sucediendo alguna anormalidad en el proceso, vayan a las instituciones y pongan las denuncias para que sean investigadas.

¿Pero no piensa que en la campaña de Petro tienen razones para desconfiar luego del episodio del logo, en que un funcionario ocultó la solicitud de modificación del tarjetón?

Apenas tuve conocimiento, fui a donde el Fiscal General a poner la denuncia. Hubo un funcionario de la Registraduría que ocultó una resolución del CNE y puso en riesgo el proceso. Y la Fiscalía es la que está manejando el tema.

En términos de cifras, ¿espera que en estas elecciones aumente la participación ciudadana?

Espero que haya una mayor participación. Organizamos un proceso electoral para los 36 millones de colombianos habilitados para votar, y nuestro propósito es que lo hagan la mayoría de ellos.

¿Cree que ha estado a la altura de las circunstancias como Registrador?

Es muy difícil autocalificarme. He hecho un trabajo serio, pero será la ciudadanía y las autoridades las que nos digan cómo hemos hecho la tarea. Lo que sí puedo decir es que 3.800 servidores nos hemos dedicado de lleno a preparar estos comicios. Claro, con dificultades, pero lo hemos hecho con toda voluntad y seriedad.

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